CLARA DIEZ
Formaje, Madrid
Fundadora de Formaje junto a Adrián Pellejo, su labor se centra en la búsqueda de los quesos artesanos excelentes de toda España. Tras pasar por un proyecto anterior dedicado al queso, en pleno año de pandemia, abren su primera tienda en Madrid.
- Premio Gourmet FS al Joven Talento.
- Clara participa activamente en diferentes campañas y proyectos que defiendan la sostenibilidad y pongan en valor el trabajo artesano.
- Mantienen una relación directa con los productores.
Siempre he tenido una vinculación muy fuerte con la elaboración del producto y mi trabajo traslada ese proceso al lenguaje del consumidor. -Clara Diez-
Convencida de la necesidad de dar a conocer la riqueza y tradición del queso, Clara entiende que Formaje es el punto de conexión entre los consumidores y los productos artesanos.
En su tienda Formaje (una palabra en castellano en desuso) han trasladado el mundo rural a la ciudad. Con entre 60 y 70 referencias de quesos, esta quesería urbana es un espacio que respeta los tiempos del producto gracias a un sistema de refrigeración en toda la tienda, los presentan con sumo cuidado y mantiene una preciosa estética que cautiva a quien entra.
Lo que más me llama la atención del queso, es la humanidad que hay detrás de cada proyecto. Son productos que no tienen sentido sin la presencia humana. El factor manual hace que tenga trascendencia.
La selección de los quesos tiene que ver con las experiencias personales que vivimos. Es una selección basada en las relaciones que tenemos con los productores, a quienes conocemos y con quien hemos pasado mucho tiempo entendiendo su proyecto y producto.
La fermentación nos permite hablar de un producto en constante evolución y cambio. Hablamos de un producto de esperanza, que cambia. Un proceso aparentemente destructivo como la fermentación, de pronto, pasa a ser un producto con un valor incalculable.
Formaje tiene dos vías de llegar al consumidor. El espacio físico y el digital. La sede física permite que el cliente venga, converse, se eduque. La experiencia digital ofrece información muy válida sobre el producto y que esa experiencia de compra, sea significativa.
El sector del queso está en desarrollo. Todavía no hay una concienciación por parte del cliente ni un asentamiento del producto en el mercado que permita vivir a los productores de forma desahogada.