HERVÉ CORVITTO
Ullá, Girona
En el año 2000, decidió dejar su anterior trabajo en banca para incorporarse al negocio familiar Gelats Angelo, iniciado en los años 80 por su padre, Angelo Corvitto, un referente mundial en el mundo del helado. Aquel año de excedencia se convirtieron en 22 años y su labor como heladero artesano es reconocida por el sector.
- Destaca por la innovación de sabores como el helado de mantequilla salada, de tomate, de aceite de oliva, de algarroba o de arroz, además de los clásicos.
- Personaliza los sabores para sus clientes, muchos de ellos chefs estrellados.
- La técnica y el respeto por la fórmula definen su estilo.
La figura de mi padre es fundamental. Me ha transmitido su pasión y conocimiento. Es mi gran asesor. Estoy contento continuando el legado de mi padre y trasladar su filosofía. - Hervé Corvitto-
A nivel técnico el helado es muy complejo. La gente piensa que hay una base madre a la que se añade un sabor y no es así. Un helado, primero, tiene un componente congelante, como es el agua, contenida en la leche o en la nata. Este elemento es el que tenemos que controlar.
El límite está en nuestra imaginación. Se puede hacer helado de cualquier cosa… otra cosa es que tenga sentido y que sea comestible.
A la hora de personalizar los helados, tienen en cuenta el contexto en el que se va a servir: restaurante, heladería en una vitrina expositora, y el momento en que se va a degustar.
Buscamos la mejor calidad en los productos básicos del helado como el agua, la leche y la nata. Para dotarles de sabor, recurrimos a productores de la zona y productos de temporada.
La evolución de nuestra heladería tiene que ir de la mano con la evolución del público. La restauración será el gran aliado ante la innovación y la creatividad.